Pierde Morelia hasta un 25% de captación de agua por culpa del aguacate

Morelia, Michoacán.-Entre un 18 y 25 por ciento del agua que se filtraba a los mantos acuíferos de la ciudad de Morelia, se han perdido a causa de la expansión de la producción de aguacate.

De acuerdo al investigador del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Alberto Gómez Tagle Rojas, el aumento en el número de hectáreas donde se instala este fruto origina una disminución en la capacidad de captación de agua al sur de la capital michoacana.

Las mediciones que realiza el académico en esta zona arrojan que entre mil 500 y 2 mil hectáreas de aguacate ubicadas al sur de Morelia, son las causantes de una pérdida de la capacidad para filtrar el agua en esta área, ya que como en otros municipios del estado, la expansión de los cultivos ha ido de la mano de la tala de pino.

Y es que, a decir del investigador, cuando se habla de la utilidad del bosque de pino siempre se hace referencia a su madera, resina o, en el mejor de los casos, al impacto que tiene en el mejoramiento de clima; pero en pocas ocasiones se resalta su importancia para filtrar el agua al subsuelo.

“El pino actúa como un embudo, cae la lluvia y pasa por hojas, ramas, el tronco hasta inyectarse al suelo, pero solamente se habla del bosque por su madera, su resina, por el clima fresco”, indica.

En contraste, apuntó que cada planta de aguacate, a partir del cuarto año, requiere del agua que filtran 14 pinos, por lo que el daño por el crecimiento de la producción de aguacate es aún mayor.

Un problema nacional

En Michoacán actualmente son cerca de 150 mil hectáreas de bosque las que se han perdido a causa del aumento de la producción, debido a la rentabilidad que tiene el llamado “oro verde mexicano”.

Esto ha provocado que en estados como Colima, Jalisco, Estado de México y Morelos comience a crecer la producción del fruto, por lo que, para el investigador nicolaita, el impacto que ha ocasionado ya no solo tiene un alcance estatal sino nacional.

“Ya no estamos hablando solo de deshidratación y desecación en el estado de Michoacán, se está hablando de una franja mucho más grande de estados”, indicó.

Un ejemplo de los problemas que trae consigo la producción de aguacate es lo que ocurre en la Rodilla del Diablo, en Uruapan, donde se tenía una captación de agua de cerca de unos 2 mil 300 metros cúbicos por minuto en 1964 y actualmente se ha disminuido a 534 metros cúbicos por minuto, refiere el investigador, quien agregó que en esta zona se calcula unas 13 mil hectáreas de aguacate.

Ante este panorama, Gómez Tagle advierte que los conflictos por el agua serán cada vez más comunes en los municipios y comunidades, pues no habrá suficiente líquido para cubrir la demanda requerida para las huertas de aguacate y el consumo humano.

La creciente demanda de aguacate y la falta de planeación de su producción ha provocado graves problemas en Michoacán y otros estados, debido a que actualmente no se consideran los estragos que la expansión aguacatera ha hecho, subrayó el investigador.