Peatonalización, proyecto para beneficiar a ciertos empresarios: experto

Morelia, Michoacán. “De cara bonita, de llamarada de petate”, con beneficios para sólo “un pequeño grupo” de empresarios, es para el historiador Ramón Sánchez Reyna el proyecto de peatonalización del Centro Histórico moreliano emprendido por el actual Ayuntamiento que encabeza Alfonso Martínez Alcázar.

El cierre de calles que arrancó hace tres meses y que generó polémica entre los mismos integrantes del Cabildo, al acusar que no conocían el proyecto ejecutivo y sin una real consulta ciudadana sobre el mismo, conlleva riesgos para la conservación del patrimonio histórico y monumental del primer cuadro de la ciudad, señala el investigador.

Un proyecto como el que se ejecuta con el cierre de vialidades al tránsito vehicular y peatonal, demuestra desde su conceptualización que “a las autoridades en turno no les queda claro qué es eso de Patrimonio Cultural”, y que si lo que se quería era convertir el primer cuadro en una zona recreativa para el ciudadano, no bastaba una gran inversión que además no resolverá problemáticas en la infraestructura urbana como un deficiente sistema de drenaje.

“De qué sirve el Consejo de la Crónica de la Ciudad, que sustituyó a los cronistas tradicionales y donde hay historiadores como un Carlos Herrejón Peredo, moreliano de cepa, ¿no les consultará el presidente municipal, el Cabildo?, ¿no serán ellos capaces de levantar la voz y reclamarle al presidente y decirle, estás haciendo una serie de acciones erróneas? Y yo creo que un Consejo de Crónica no es solamente para la ciudad antigua, es para el municipio”, cuestiona.

Desconocimiento histórico

“El alcalde que ahora gasta recursos en la televisión privada nacional para presumir lo que está haciendo, unas burradas, no tiene conocimiento, nadie se lo ha dicho,  de lo que su abuelo, Alfonso Martínez Serrano, hizo sobre esta ciudad, no hablemos ahora del área de crecimiento, sino del Centro Histórico, hasta donde conozco llegó a Morelia como operador de una línea Morelia-Guadalajara, casó aquí en la ciudad, debió tener estudios mínimos pero debió tener un trabajo extraordinario, al fungir dos veces como alcalde”, señala Sánchez Reyna.

En ese época, el historiador ubica “un periodo para la ciudad muy importante, el de Fernando Ponce de León, Alfonso Martínez Serrano, Marco Antonio Aguilar Cortés, donde la ciudad va a mejorar sus situación urbana y arquitectónica”.

Entre los ejes de acción de estas administraciones municipales, el historiador destaca que se liberó de comercio en la vía pública a la explanada de San Francisco; en San Agustín, se restauró el lugar y se convirtió en mercado de antojitos; se construyó el mercado Independencia y el Revolución, el Vasco de Quiroga y el conocido como Santo Niño en la calle Nicolás Bravo, “además de darle espacio a vendedores de dulces y artesanías en el Mercado de Dulces, ahora invadido por mercadería china…”.

Por ello, no duda en considerar que ante eso proyectos que otrora le dieron viabilidad a espacios para su uso comercial y se protegió la traza urbana original de la antigua Valladolid, “la peatonalización es el  mayor desacierto que pueda cometer sobre el Centro Histórico un presidente municipal”.

Cita el caso de una situación anómala en la visión comercial, el de los portales frente a Catedral, donde no se puede caminar por la invasión con mesas de los negocios ahí ubicados. “Los portales le pertenecen al ciudadano y no se puede transitar, pese a que es vía pública, de servidumbre, que le pertenece al peatón”.

De ahí que el proyecto de peatonalización, dice, “es para beneficiar a ciertos comerciantes, primero angostar las calles haciendo las banquetas más anchas, es para llevarle  gente a los estacionamientos públicos que cobran carísimo; beneficiar a ciertos hoteles y restaurantes”.

Otro es el caso de la calle Benito Juárez, a un costado de Palacio de Gobierno, donde se construyó un acceso para la sede del Ejecutivo estatal pero también “claramente” para acceder a un restaurante propiedad del empresario hotelero Agustín Arriaga Díez, donde incluso, advierte, “hay que ponderar más al comerciante que al propio Palacio de Gobierno”.

En entrevista exclusiva para Michoacán3.0, el especialista hace un análisis de las vialidades ya cerradas y con obras en marcha, donde advierte el predominio de intereses estrictamente empresariales, no sociales ni de beneficio común.

Zaragoza

“Es imbécil cerrar la calle cuando tienes ahí uno de los estacionamientos más viejos” de la zona, pero percibe que ante este hecho, no tardará Sanborns –ubicado en un edificio propiedad de la familia Ramírez, también empresarios-, en ocupar con mesas el área pública, como ya empezó a hacerlo sobre los portales, “con media calle libre porque se tiene que dejar espacio para el estacionamiento, pero también para beneficiar a los dueños del Hotel de la Soledad, a cuya puerta, la propietaria estaciona mediodía su camioneta”.

El Nigromante

Entre San Nicolás y las Rosas, existen tres bares que abren después a las 15:00 horas, que generará conflicto con los comerciantes, porque sólo a los que ya están funcionando el Ayuntamiento les permitirá funcionar mediante un bando, además con un ruido insoportable que ya llega hasta San Nicolás cuando se están dando clases.

“Ya comenzaron a levantar el pavimento, con trascabo, de la calle Santiago Tapia, absurdo porque solo están dejando un carril sobre la de Valentín Gómez Farías, ya me tocó ver a un taxi bajando mercancía en un negocio y tuvo que para todo el tráfico, porque el taxi tiene que trabajar con su pasaje”.

Santiago Tapia

“Absurdo dejar solo un carril, en tanto que del otro costado, el callejón Miguel Bernal Jiménez, donde Cinépolis ya se apresta a abrir un acceso sobre esta calle y para llevar o conducir a sus clientes, ya que organiza en ese lugar el Festival Internacional de Cine de Morelia”.

Repercusiones

El alcalde no camina por la ciudad, no sabe que el cierre de calles va a tener repercusiones en las orillas del Centro Histórico, dice, “no se diga con los embudos que se hacen al cruzar el río; luego entonces, están poniendo un pavimento muy bonito, creo que es pórfido, traído del norte de Durango o de San Luis Potosí, no revisaron cañerías ni de drenaje ni de agua potable, que deben tener como 50 años de antigüedad, entonces cuál es la responsabilidad de Alfonso?, ¿el repavimentar y ponerle una cara bonita a la ciudad, cometer los mismos errores que él está criticando?”.

Entre los efectos que ya se perciben, destaca la saturación vehicular y lo peor, no se trata de un proyecto integral de mejora a la infraestructura urbana, “ya que no renovaron cañerías ni drenajes, repavimentan pero cometen los mismo errores que critica la administración, de enfrentar una red de agua antiquísima y ya obsoleta”.

En el corto plazo, el analista considera que con la medida se fortalecerá un beneficio directo a los propietarios de bares, hoteles y restaurantes, se acabará con la vocación habitacional del primer cuadro de la ciudad además de poner en riesgo el patrimonio monumental de la ciudad, ya que distrae la atención de gente “que no cae en la conciencia de lo que es un patrimonio cultural como un Centro Histórico como el nuestro, le gusta esto, como le gusta venir a abrir la boca cuando se están prendiendo los focos de la Catedral los sábados, yo creo que (la peatonalización) es un proyecto de esa naturaleza, al alcalde y a sus regidores partidistas les va a redituar una gran cantidad de billetes dentro de su bolsa”.

La salida

“Alguien tendrá que decirle a Alfonso Martínez quien fue su abuelo como presidente municipal”, insiste, “y yo creo que la persona idónea al respecto es el licenciado Marco Antonio Aguilar Cortés, quien siendo un jovencillo de unos 25 años, un profesionista de talla notable, fue el secretario particular de don Alfonso”.

Para Sánchez Reyna, detener proyectos como el de la peatonalización corresponden a la organización ciudadana con comerciantes menores, “no con los grandes empresarios; a través de una consulta ciudadana real, y esta tendría qué establecer lo que se quiere”.