“No dejan ver”

El grito hizo voltear a los de traje: “siéntense, no dejan ver”. Y se sentaron.

El grito vino de un campesino, sentado en las filas atrás de las sillas reservadas para los trajeados representantes empresariales que en primera filas acudieron al acto de toma de protesta del nuevo alcalde de Morelia, Raúl Morón Orozco.

Ante la efigie ecuestre del héroe de la ciudad, José María Morelos y Pavón, una composición heterogénea conformaba la asistencia, dirigentes de partidos, empresarios, exgobernadores y el representante de la iglesia incluido, el arzobispo Carlos Garfias Merlos, los flamantes diputados locales de Morena, bien peinados y perfumados al lado de sus homólogos federales, pero también gente del pueblo, colonos, campesinos que al final de la sesión de Cabildo se volcaron a buscar la mano, el abrazo o el saludo del nuevo edil.

Luisa María y Juan Luis Calderón Hinojosa, expanistas que concitaron poca atención de los reporteros, Wilfrido Lázaro Medina, China Orihuela sentado al lado de Fausto Vallejo como si nada, Fidel Calderón, Leonel Godoy Rangel, Hirepan Maya y Alfredo Ramírez Bedolla, además de los contrincantes perdedores el primero de julio ante el morenista que hoy asumió el cargo, conformaban entre otros a la clase política presente, incluidos Roberto Pantoja Arzola, de Morena, y Antonio Soto, del PRD.

En el templete principal, al lado de Morón, el representante del gobernador Silvano Aureoles Conejo, el secretario de Seguridad Publica, Jan Bernardo Corona, Roberto Carlos García, presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Marco Antonio Negrete Flores, presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Alberto Román González Fernández, jefe de la XXI Zona Militar, y la doctora Ireri Suazo, representante del rector Medardo Serna González.

En el templete central, los integrantes del Cabildo que soportaron con el ceño fruncido un buen baño de sol en una mañana que amaneció un poco nublada por la tormenta que abatió fuerte a la ciudad la noche anterior.

Protocolo que inició con el pase de lista a los regidores, “con permiso del alcalde y con la autorización del pueblo de Morelia”, según señaló Ignacio Pedraza Barrera.

Morón Orozco leyó un discurso centrado en Morelos, sin alusión alguna a su antecesor Alfonso Martínez Alcázar, solo roces verbales: “el cambio no significa cambio discriminado a lo que otros hicieron”.

Acabó el evento, y empezó el nuevo gobierno.

 

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