No vamos a cerrar las calles, pero tenemos otras formas de luchar, advierten ejidatarios a Alfonso Martínez

Campesinos de los ejidos y comunidades del poniente de Morelia denunciaron públicamente el daño a las tierras agrícolas por escurrimientos de aguas residuales, por lo que acusaron al presidente municipal Alfonso Martínez Alcazar de ser el principal responsable, pues desde hace tres meses les prometió reunirse con ellos pero no los ha escuchado,  “hace como los avestruces”, señalaron.

La contaminación se debe a la mala planeación, mala operación o inoperatividad de infraestructuras para recolectar y tratar las aguas negras de miles de viviendas que se han construido en los últimos años hacia la región de Los Itzícuaros, rumbo a Capula.

Hasta el momento los daños en tierras agrícolas abarca un promedio de 150 hectáreas en siete ejidos donde se han esparcido residuos urbanos, a negado parcelas productivas, y lo más alarmante, es que la contaminación ha alcanzado veneros y ojos de agua cristalina.

“Damos un ultimátum de 72 horas a partir de este momento para que Alfonso Martínez Alcazar nos atienda y nos ofrezca soluciones, o de lo contrario va a saber de qué somos capaces los campesinos; no le vamos a cerrar calles o a hacer protestas, pero tenemos otras formas de luchar”, fijó Francisco Garcidueñas Andrade, uno de los afectados y representante del Consejo Binacional Migrante.

Denunciaron que desde el pasado 22 de febrero se fijó una audiencia con Alfonso Martínez, pero ésta nunca se ha realizado, por lo que amagaron que si no los atiende en los próximos tres días y les ofrece soluciones, el presidente independiente puede irse olvidando de hacer campañas electorales en las comunidades del poniente de la ciudad.

“Si este señor no nos da una una solución, en su campaña tampoco va a poder pisar ningún ejido, desde los Itzícuaros y todas las comunidades que se extienden hasta Capula”, advirtió.

Lauriano Cortés Álvarez, representante del ejido San Isidro Itzícuaro, denunció que funcionarios del Ayuntamiento han evadido la situación diciendo que las inundaciones ocurren por las lluvias, “pero hay tierras anegadas desde diez meses, aún cuando no llueve, eso es porque tienen equipos de bombeo que no bombean, y cuando el río grande se llena las máquinas no trabajan”.

Finalmente, dijeron que han valorado a cuáles instancias acudir, porque ninguna les ofrece una solución, se solapan unas a otras porque en esas obras millonarias e inservibles hay inverciln s municipales estatales y federales, y acudir a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) es como la carabina Ambrosio, la misma chingadera, no hay soluciones”.