Morelianos se olvidan de las crisis, y abarrotan el Centro Historico para disfrutar del desfile

Morelia, Michoacán.-En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, se conmemoró el 205 aniversario del inicio de la guerra de Independencia en México, aunque los asistentes tuvieron que pasar por los filtros de seguridad y ser revisados exhaustivamente, no fue motivo para que cientos de personas abarrotaran el Centro Histórico y disfrutaran del espectáculo.

Desde el principal balcón los ocupantes simulaban una sonrisa y de cuando en cuando lanzaban un saludo universal.

Entre los curiosos y las autoridades pasó en el primer contingente el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, quien hoy fungió como anfitrión de las Fiestas Patrias.

A él siguió un temerario despliegue de unidades bélicas comandadas por el Ejército de la XXI Zona Militar; seguidas por los contingentes de la Policía Federal, pero la gente se apretujaba frente al principal balcón del edificio.

El acto cívico que se celebró este día arrancó en el Jardín Morelos, donde se erige un monumento en honor al héroe, allí se hicieron presentes ancianos y ancianas integrantes de Braceroproa, quienes reclaman el pago de la deuda que tiene con ellos el Gobierno Federal, sin embargo como es costumbre, elementos de la Fuerza Ciudadana mantuvieron a raya a los manifestantes para que no intentaran acercarse a los integrantes del presídium.

El desfile cívico logró atraer a miles de visitantes al primer centro de Morelia, las calles en torno a la Avenida Madero se abarrotaron desde temprana hora, pues para el acto se circuló un perímetro mayor que en cualquier otro festejo público en la capital michoacana.

Pero ni este dispositivo fue suficiente para tener disponibilidad de espacios para apreciar el festejo militar, rápido se abarrotaron las dos aceras sobre la Avenida Madero, fenómeno que ya no se repetía hace algunos años.

En las últimas cuadras del desfile incluso se rentaron sillas y bancos para que los espectadores pudiera tener espacio en primera fila, los cuales tenían un costo de entre cinco y diez pesos.

Para esta fiesta de aniversario, los accesos fueron rigurosamente controlados, incluso para acceder al Centro Histórico, se apreció la presencia policía en cada rincón, por lo que la seguridad parecía ser la prioridad desde un inicio, con los arcos detectores, con vigilancia aérea y con presencia militar.

No dejó de pasar desapercibido que frente al mismo Palacio de Gobierno se instaló una patrulla de militares, atentos a cualquier improvisto y para dar garantía a la ciudadanía de que su estancia estaba segura.

En algunas azoteas de los principales edificios incluso se apreció a vigilantes que estaban apostados para evitar cualquier tipo de anomalía.

La Plaza Melchor Ocampo estaba también invadida de espectadores, otros desde los portales pudieron apreciar a gusto el desfile.

Diferente a lo que se pronosticaba del clima, más que en contra permitió que fuera soportable la apreciación de los contingentes, se mantuvo nublado y de cuando en cuando una ligera llovizna apenas perceptible incapaz de ahuyentar a los espectadores, más bien permitió que se hiciera más fácil esperar a disfrutar de un desfile más del 16 de septiembre.

Aunque sin considerar el clima, la gente se volcó al Centro Histórico, así se conmemoraron 205 años del inicio de la Guerra de Independencia, que desde la época de Porfirio Díaz se inició con la apreciación de este solemne evento, y que tiene que ver con el inicio de la integración de las fuerzas armadas de seguridad nacional, culminado en la integración de lo que ahora conocemos cono Ejército Mexicano.