Morelia, ¿ciudad de todos?
Morelia, Michoacán.- El gobierno municipal de Morelia, al mando del alcalde independiente Alfonso Martínez Alcázar, cerrará su gestión con altos índices delictivos a pesar del histórico aumento de elementos de seguridad, además de romper récord en número de quejas presentadas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, principalmente contra la Policía de Morelia.
En tres años de trabajo, desfilaron al menos seis distintos funcionarios encargados de la Seguridad municipal, sin embargo, no hubo capacidad para frenar la ola delictiva. Mientras el Ayuntamiento resalta el aumento de personal policial y la adquisición de patrullas y armamento, el gobierno estatal apunta que, sin la firma del Mando Único, no hay coordinación entre la policía moreliana y la estatal para disminuir la incidencia delictiva.
Más policías, menos seguridad
Durante la gestión de Alfonso Martínez, la Policía Municipal incrementó un 600 por ciento, al pasar de 120 a 840 policías, además de que se adquirieron cerca de 70 nuevas patrullas. No obstante, durante el segundo trimestre de 2018, Morelia ocupó el primer lugar a nivel estatal en los delitos de homicidio culposo (altamente ligado a accidentes de tránsito), extorsión y robo a negocio.
De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, desde el 01 de septiembre de 2015 hasta el 31 de julio de 2018, en la capital del estado se cometieron 409 homicidios dolosos, de los cuales, 276 ocurrieron con arma de fuego; 63 con arma blanca; 36 con otro elemento y 34 se perpetraron en un modo “no especificado”.
Es decir, que durante la actual administración municipal, el 67.48 por ciento de los homicidios dolosos se realizaron con arma de fuego. Hasta ahora, 2016 figura como el año más violento de la administración independiente al cerrar números con 140 homicidios dolosos.
Otros delitos que incrementaron notablemente durante los últimos tres años, fueron los asaltos, robos de vehículos y robos en inmuebles.
Desde septiembre de 2015 a julio de 2018, en Morelia se denunciaron 5 mil 571 robos de vehículos, de los cuales, el 25 por ciento ocurrieron con uso de violencia, mientras el 75 por ciento restante se perpetró sin violencia.
Gran parte de los robos que se incluyen en la base de datos del SESNSP se catalogan como “Otros robos”, por lo que se desconoce su modalidad y origen, concepto que hasta ahora se posiciona en segundo lugar en la lista de robo más cometido en Morelia durante los últimos tres años.
De acuerdo al Secretariado Ejecutivo, de septiembre de 2015 a julio de este año, se cometieron 4 mil 586 robos catalogados como “Otros robos”, de los cuales, el 27.5 por ciento ocurrieron con violencia y el resto, sin recurrir a la violencia.
El tercer tipo de robo que impactó mayormente a los morelianos durante el periodo del alcalde Alfonso Martínez, fue el robo a casa habitación. En el periodo descrito, se presentaron 2 mil 430 denuncias por este delito; en el 84 por ciento de los casos, las víctimas afirmaron que el robo se cometió sin violencia, mientas el 16 por ciento restante señaló lo contrario.
El cuarto tipo de robo más común en Morelia fue el robo a negocio, modalidad que reunió un total de mil 913 denuncias, de las cuales, en 903 de los casos equivalentes al 47 por ciento, las víctimas afirmaron haber sido violentadas, mientras el 53 por ciento dijo que el robo ocurrió sin violencia.
El robo a transeúnte figura actualmente como el quinto tipo de robo que más afecta a la ciudad de Morelia, pues en el gobierno independiente se reportaron mil 679 asaltos en la vía pública. De ese total, mil 207, es decir, el 71 por ciento ocurrieron con violencia y en el 29 por ciento de los casos, ocurrió sin violencia.
En el mismo periodo, también se denunciaron ante la fiscalía estatal mil 174 robos de motocicletas, sexto robo más común en Morelia; 2017 se coloca como el año con mayor número de robos de motocicletas con 471 denuncias. El 17 por ciento de esos robos, ocurrieron con violencia mientras el 83 por ciento restante se perpetró sin violencia o en modalidad de robo estacionario.
Comisaría inestable
Durante los tres años del gobierno de Martínez Alcázar, se nombraron a seis encargados de la seguridad de la capital michoacana; sus efímeros pasos por la comisaría o la dirección de seguridad municipal no fueron suficientes para consolidar una estrategia de seguridad.
Al inicio de la administración, el Ayuntamiento de Morelia heredó del gobierno anterior de Wilfrido Lázaro Medina, a Jesús Sánchez Noriega, como director de Seguridad municipal, cargo al que renunció en octubre de 2015 aparentemente luego de haber reprobado dos exámenes de control y confianza.
Tras la salida de Jesús Sánchez Noriega, la Dirección de Seguridad municipal quedó a cargo de Oscar Ruíz Sánchez hasta mayo de 2016, cuando el Cabildo aprobó el nombramiento de Isabel Maldonado Sánchez como comisaria de la Policía Michoacán Unidad Morelia.
La mujer al frente de la seguridad de Morelia, solamente se mantuvo en el cargo seis meses, pues en octubre de 2016 la exfuncionaria municipal presentó su renuncia formal, y sus funciones fueron cubiertas por el actual comisionado de Seguridad de Morelia, Bernardo León Olea.
Hasta marzo de 2017, en el Cabildo se presentó una terna para designar a un nuevo comisario de la Policía de Morelia y fue así que Luis Felipe González Carmona ganó el nombramiento del que fue relevado apenas siete meses después.
Desde entonces, la responsabilidad en la implementación de una estrategia de seguridad en la capital del estado quedó dividida entre el supervisor operativo de la Policía de Morelia, Juan Pablo Alarcón y Abraham Ramos Ramos, comandante y director de Proximidad de la Policía de Morelia.
Gobierno independiente rompe récord en violaciones a los Derechos Humanos
Hasta la actualidad, el gobierno de Alfonso Martínez Alcázar reúne 223 quejas interpuestas ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, una cifra nunca antes vista entre las anteriores administraciones municipales que en promedio, registraban en su contra de 20 a 40 quejas máximo.
Durante la gestión independiente, suman 103 quejas en específico, contra la Policía de Morelia, mismas que argumentan el uso desproporcionado o indebido de la fuerza pública, violación al derecho a la fundamentación y motivación, penas o tratos crueles, inhumanos y degradantes, detenciones ilegales y violación al derecho de no ser sujeto de incomunicación.
De septiembre a diciembre de 2015 (12 quejas) y de enero a diciembre de 2016 (33 quejas), el ayuntamiento moreliano incrementó en un 175 por ciento el número de quejas en su contra ante dicho organismo no gubernamental; mientras que de 2016 a 2017, las quejas aumentaron en un 209 por ciento, al pasar de 33 quejas en 2016 a 102 en 2017.
En lo que va de 2018, el ayuntamiento de Morelia ha recabado 76 quejas por señalamientos de violaciones a Derechos Humanos; de esas, 43 quejas corresponden a la Policía de Morelia principalmente por uso desproporcionado de la fuerza pública, detenciones ilegales e incomunicación de las presuntas víctimas durante sus detenciones.
Las cifras de 2018 indican que mensualmente, en la CEDH se han presentado un promedio de 5.3 quejas contra la policía municipal.
Algunos de estos casos han sido expuestos públicamente en medios de comunicación y redes sociales, como la detención de un joven por patinar en la Plaza de Armas y tres personas más que lo defendieron, entre ellos, turistas.
Recientemente, Eduardo Rubio Elosúa, gestor cultural y activista denunció haber sido violentado y sometido arbitrariamente por elementos de la Policía de Morelia que lo acusaron de pasarse un semáforo en rojo, hecho que aseguró, quedó desmentido con las grabaciones de las cámaras de videovigilancia.