La Nochebuena afuera del Hospital Infantil #Video
Redacción / @Michoacan3_0
Mientras la mayor parte de los Morelianos se encuentran realizando las compras navideñas para tener lista la cena, otros ciudadanos no corren con la misma suerte.
“llevamos un mes esperando, sí es muy molesto estar aquí, pero por sus hijos qué más hace uno” comenta la señora Sagrario Martínez quien tiene a su niña internada por un tumor en el cerebro y que se encuentra acampando a la espera de noticias sobre la salud de su hija.
A las afueras del hospital infantil ubicado al interior del bosque Cuauhtémoc de la capital Michoacana, se encuentran viviendo en la intemperie los familiares de los pequeños internados en dicho nosocomio, durante todo el año se pueden apreciar casas de campaña instaladas en los jardines contiguos al hospital.
Dada la situación de los familiares que pernoctan al aire libre, han surgido diversos albergues, sin embargo estos no representan una ayuda contundente, menos para la gente de mas bajos recursos “hay que pagar 20 pesos por dormir y 10 para bañarse y a veces uno no trae y no lo dejan quedarse” comenta otra de las madres que se identifica como Guadalupe Hernández Medina y que tiene a su niña en el hospital.
“Aquí dormimos todos, incluso mi niño que solo va a sus quimios y ya cuando terminan se regresa para acá solo cuando le toca piso duerme en el hospital” cuenta Dulce María Garrido López, madre de un niño con leucemia”.
Tengan el dinero o no para ir a algún albergue, los padres de los pequeños internos deben estar al pendiente afuera del hospital, ya que se les puede recurrir de urgencia, no pueden irse y se ven obligados a acampar “Aquí en el hospital si necesitan sangre o cualquier otra cosa, solo salen a gritar y te piden lo se ocupe” comenta Rosa María Arrollo, quien tiene a su recién nacido interno en el hospital.
La imagen que se puede presenciar de los padres acampando y las declaraciones sobre sus situaciones, dan un panorama de la decadencia de la institución de salud en el estado que ha orillado a las familias a estar en condiciones indignas a la espera del alivio de sus pequeños.