La loma de Santa María: sin novedad en el frente a ocho años de lucha
Rodrigo Caballero / @RodCaballero
Morelia, Michoacán.-A pesar de las protestas y los pronunciamientos legales, la problemática de acceso a la Loma de Santa María continúa sin solución ante la omisión de las autoridades. La trinchera se mantiene viva, sin embargo, ni siquiera para sus dirigentes es posible ver el final del conflicto a ocho años de su inicio.
Los intentos de trazo y urbanización en la loma de Santa María en Morelia, se remontan a la década de los noventa pero fue a lo largo de los últimos ocho años cuando se han presentado los proyectos viales más prominentes y costosos.
En 2005, 2006 y 2007 se presentaron tres proyectos urbanos que no prosperaron, las protestas de la ciudadanía, los reclamos de académicos y las recomendaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) impidieron que se iniciaran los trámites de la obra.
El actual proyecto es conocido como Ramal Camelinas y cobró fuerza cuando una parte de la loma dejó de ser Área Natural Protegida el 31 de diciembre de 2009, luego que el entonces gobernador Leonel Godoy Rangel aprobara el cambio por decreto.
La Semarnat en 2010 no sólo no actuó en contra de la obra sino además dio su visto bueno a pesar de saber que la obra traerá únicamente 39 beneficios contra 126 efectos negativos.
La aprobación de Semarnat resulta aún más controvertida ya que en el documento de cuatro anexos denominado “Segunda Etapa del Libramiento Sur de Morelia Tramo Ramal Camelinas” que se encuentra en su delegación Michoacán, la dependencia federal reconoce los riesgos ambientales de la obra.
En este destaca además que de llevarse a cabo se necesitará de un programa de “restauración ambiental” que incluye reforestación y reubicación de especies de flora como el nogalillo y el sirimo, plantas endémicas y fauna como la salamandra de río que está en peligro de extinción.
Además la Semarnat señala, en el mismo documento, que el terreno donde pasaría la obra es vertisol, un tipo de tierra con “textura arcillosa, húmeda, arenosa y porosa” que según expertos en uso de suelos como el agrónomo chileno Horacio Merlet “afectan negativamente las labores agrícolas y la instalación de obras de ingeniería”.
Pero no sólo la Semarnat aprobó el Ramal, la encargada de las obras, es decir la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) recibió el visto bueno del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa y un presupuesto de 1,300 millones de pesos.
Sin embargo, actualmente existen tres juicios de nulidad en contra de la construcción del acceso por lo que la SCT no ha iniciado ningún proceso y debido a que el juicio continúa se niega a dar información al respecto. Mientras tanto, el vocero del movimiento en contra del acceso, Moctezuma Madrigal, afirmó que el presupuesto de la obra ya llegó a los 1,450 millones de pesos.
Carta abierta a Enrique Peña Nieto MCDL
Los bandos y sus instituciones académicas
Por un lado se encuentra el Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma (MCDL) que tiene ocho años en la lucha por esta área natural protegida. Por el otro, desde 2012 captó la atención el grupo Urge Acceso a la Loma de Santa María debido a una intensa campaña en medios de comunicación.
Éste último, en 2013 se introdujo en las universidades privadas ubicadas en la parte alta de Morelia, como: el Tecnológico de Monterrey, la Universidad Vasco de Quiroga, el Instituto Jefferson y el Instituto Kippling Grenewick.
Roberto Suárez Valencia, representante de la Universidad Vasco de Quiroga aseguró que “no se trata de hacer la obra a cualquier costo”, esta es necesaria debido a la gran cantidad de vehículos que circulan por la avenida Juan Pablo II generando contaminación y elevando los niveles de estrés que afectan al alumnado.
Urge Acceso a la Loma de Sta. María
Además señaló que, para los vehículos de emergencia, llegar al lugar resulta casi imposible, lo que podría generar daños irreparables en caso de accidentes. Y aunque estuvo de acuerdo en que existen “intereses” en la construcción de la obra insiste que, como universidad, abogarían por el bienestar de la ciudadanía antes de hacerlo por ventajas de particulares.
El movimiento en defensa de la loma, por su parte, congrega varios académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Morelia y de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Una de las más destacadas voces, es la Doctora Patricia Ávila quien en el “Foro de Análisis de la Loma de Santa María” explicó que “la zona (donde se pretende construir la vialidad) en realidad no está tan densamente poblada” en comparación con las colonias populares ubicadas al suroeste del lugar.
La zona en disputa tiene unos 4 mil habitantes mientras que en la llamada zona alta, no llegan a los 16 mil habitantes, es decir, unas cuatro veces más, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Memoria del Foro de Análisis de la Loma de Santa María Click
La Amalia Solórzano y otras soluciones estancadas
No obstante, desde septiembre de 2013, el presidente municipal de Morelia, Wilfrido Lázaro Medina, prometió que para el 30 de octubre de ese mismo año la avenida Amalia Solórzano de Cárdenas estaría construida. En el mismo mes pero ahora del 2014 volvió a refrendar su promesa y la obra que ayudaría a agilizar el acceso sigue a medias.
De acuerdo con el vocero del movimiento en Defensa de la Loma, Moctezuma Madrigal, la obra no se termina, porque se teme que si el tráfico disminuye, esto, les arruine su teoría respecto a la urgencia de construir el Ramal.
-¿Qué otras posibles soluciones hay al problema?
-Muchas, hemos propuesto bastantes… una de las quejas es que no llegan a tiempo las ambulancias y los bomberos, nosotros propusimos, ¡Por la mitad del costo! Construir un hospital público en la parte alta, no es posible que no haya un hospital, una estación de bomberos y una de policía en esa zona. Los mismos vecinos de las tenencias nos dicen, en los acercamientos que hemos tenido: no queremos accesos queremos servicios.
Esto implicaría que además de ser más barato sería público, porque tenemos que solucionar los problemas mirando hacia la parte privada. Ellos quieren una vialidad que va a ser de cuota para vehículos particulares, recordó el vocero.
De acuerdo con Madrigal, las universidades deberían promover el transporte escolar y prohibir que su alumnado se transporte en automóviles particulares. “A la Vasco de Quiroga van unos que… ¿5 mil alumnos?… No hay vialidad en el mundo que aguante ese flujo” aseguró.
Debido a su trabajo como vocero del movimiento contra el acceso, Moctezuma Madrigal ha sido amenazado en varias ocasiones; la más grave que recuerda fue cuando en Morelia, se repartieron volantes con su nombre y su fotografía.
Los volantes advertían que él era el culpable de que el acceso no existiera y lo responsabilizaban en caso de que las ambulancias o los vehículos de emergencia no llegaran. A pesar de la campaña en su contra, no ha dejado la vocería, ni su lucha permanente desde el movimiento.
La tierra de nadie
A cinco minutos de la zona de conflicto se encuentra Jesús del Monte, una de las 12 tenencias de Morelia a la que, hasta antes del conflicto, hasta la estatua del papa Juan Pablo II le había dado la espalda. Hoy por hoy, los habitantes de la tenencia se han convertido en una pieza clave para ambos movimientos que han buscado su apoyo a fin de ganar adeptos.
Su jefe de tenencia, José Andrés Soto Chimal, asegura que el conflicto se generó por “grupos fuertemente capitalistas… los Medina (Altozano) y los Ramírez (Cinépolis)” y su comunidad “aunque se vería afectada por las decisiones” no fue tomada en cuenta sino hasta el 2012 cuando ya se habían presentado seis proyectos para el acceso.
Chimal sabe que una parte de la población de Jesús del Monte recibiría con agrado la obra y si quisieran los empresarios podrían hacer el acceso más alejado del Área Natural Protegida para evitar problemáticas; “lo que pasa es que la quieren pasar a fuerzas por Altozano… bien podrían conectarla con la carretera y darnos salida a los (habitantes) de Jesús del Monte y los de Río Bello” subraya aunque después reconoce que su propuesta nunca será tomada en cuenta.
En 2010, una serie de campañas televisivas, promovidas por el grupo Urge Acceso a la Loma, mostraban habitantes de la tenencia hablando del tráfico y las afectaciones que tienen en su día a día y mostrando su apoyo total para la creación del nuevo acceso.
Los hombres y mujeres de los anuncios afirmaban estar de acuerdo en una nueva vialidad en la que “pasarían las ambulancias y los camiones”, no obstante, la opinión de muchos cambió al enterarse que el proyecto del Ramal Camelinas era una avenida en la que se pretendía cobrar peaje, esto acorde con documentos encontrados por miembros del Movimiento en Defensa de la Loma.
Aunque cada vez hay más campañas de ambos grupos para aclarar las dudas de quienes viven en las tenencias todavía no hay un posicionamiento firme, convirtiendo a zonas como Jesús del Monte en territorio neutral donde, según algunos habitantes “lo que queremos son buenos servicios”.
La Loma de Santa María. Toda la verdad sobre el acceso
La fuerza de la ciudadanía contra la fuerza de la naturaleza
El 21 de septiembre de 2012, el Congreso del Estado se abarrotó como pocas veces, grupos de ciudadanos y académicos acudieron a discutir las razones por las cuales se debía, o no, llevar a cabo el tramo Ramal Camelinas.
Ese día fue la primera vez que el movimiento Urge se presentaba formalmente ante las autoridades y el primer choque frontal entre grupos de “pseudo” ecologistas y “pseudo” afectados como se descalificaban los unos a los otros.
Personas con mantas y con calcomanías señalaban su descontento por la mala planeación vial de la zona mientras algunos académicos hacían presentaciones donde señalaban los efectos negativos del acceso. En tanto, los medios de comunicación entraban y salían del recinto, generando notas sin escuchar argumentos ni realizar preguntas a ninguno de los dos bandos.
Así fue como el Foro de Reflexión en torno al acceso, que se realizó a modo de consulta ciudadana, reunió argumentos a favor y en contra. Ahí, Verónica Santillán, representante del movimiento Urge Acceso a la Loma, levantó la voz en relación a las dos horas que llegan a tardar los trayectos de la parte alta a la parte baja, por lo que se quejó de la falta de proyectos urbanos serios en la zona.
Estos foros y pláticas, como la promovida por la Semarnat en la UNAM campus Morelia, fueron despertando la curiosidad de la ciudadanía pero, como asegura Roberto Suárez, no logran convencer, ni han servido para darle punto final al conflicto.
Para el Doctor Guillermo Vargas Uribe, ex-secretario de urbanismo de Morelia, el problema de los debates es que ponen a pelear a los del norte contra los del sur y “tratan al conflicto como si fuera una votación y la voluntad del pueblo fuera a detener a la fuerza de gravedad”.
Vargas Uribe no sólo ha criticado el proyecto desde que era funcionario, además ha realizado las aportaciones geológicas que comprueban los problemas del acceso y ha buscado soluciones alternas que incluyen instalar nuevos puentes en los ríos grande y chico de la capital, así como ampliar o reabrir avenidas ya existentes dentro y fuera de la loma.
No obstante, asegura que a los políticos “les vale madre” los riesgos tanto hidrológicos como geológicos, mismos que considera son los más relevantes debido a las inundaciones en la parte baja de la loma y la falla de La Paloma que podría provocar un desplazamiento del talud.
Vargas Uribe cuenta con un mapa de las zonas de riesgo geológico en Morelia que está avalado con las firmas de Wilfrido Lázaro Medina y Fausto Vallejo Figueroa, presidente municipal y anterior gobernador respectivamente, donde claramente muestra a la loma como una zona inadecuada para construcción, asunto que aparentemente no es ignorado por las autoridades.
Para el Doctor Guillermo es comprensible que los ciudadanos de la parte alta estén molestos por el tráfico y todo se debe a la mala planeación ya que asegura: “construyen casas antes de planear calles”.
Sin embargo ante la pluralidad de opiniones, Guillermo Vargas afirma que en éste caso es inaceptable el diálogo ya que afirma “esto no es cuestión de Democracia es cuestión de Geología”.
Por el momento, tanto los juicios de nulidad como el tramo Ramal Camelinas continúan en un proceso legal y ningún bando puede avanzar en una trinchera que no ha reportado novedades definitivas.
Fotogalería “Ocho años de lucha”