La euforia Papal de la clase política y la histórica visita de Francisco a Michoacán
Záyin Dáleth Villavicencio / @ZayinDaleth3_0
Morelia, Michoacán.- Luego de más de tres meses del anuncio de la visita del primer Papa latino a México, a las 8:45 horas de este martes las puertas del avión donde el Sumo Pontífice viajó desde la Ciudad de México se abrieron para que el jesuita Jorge Mario Bergoglio hiciera su aparición para escribir una nueva página en la historia de Michoacán.
Tras semanas de polémica, confrontación, critica por los gastos que esta visita generaría al estado y preparativos, el momento llegó. Y como ha sido desde su llegada a México, el exobispo de Buenos Aires fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Morelia por la clase política, artistas, miembros de la iniciativa privada y periodistas.
La cantante de pop Belinda, que se presume será la imagen del estado y el michoacano Marco Antonio Solís, fuero algunas de las personalidades que entre políticos como el exgobernador Fausto Vallejo Figueroa y diputados locales y federales recibieron a Bergoglio.
Pero sin importar la clase social, ni la ideología política la euforia papal no se hizo esperar. Nadie estaba dispuesto a dejar pasar desapercibida su presencia en el arribo histórico del Papa Francisco a Michoacán, que desde 2006 y la declaración de la “guerra contra el narco” se ganó la etiqueta de ser uno de los estados más violentos del país.
Y ante el arribó del avión de Aeroméxico a la pista de aterrizaje, los teléfonos celulares y cámaras se alzaron sobre los rostros de los espectadores que a su vez coreaban “Francisco hermano ya eres michoacano”, con la música purépecha y la Danza de Los Viejitos de fondo.
Tras bajar del avión, el jerarca de la Iglesia Católica fue recibido por el gobernador del estado Silvano Aureoles, sus dos hijas y los representantes de los poderes Legislativo y Judicial, Raymundo Arreola y Juan Antonio Magaña de la Mora, así como por niños de distintas etnias locales.
Una guitarra de Paracho, una mascara de la típica danza purépecha, un sombrero charro y otro de Huetamo, fueron los regalos que recibió el Papa argentino, quien en Michoacán se reunió con eclesiásticos en el estadio Venustiano Carranza y hará lo mismo con miles de jóvenes en el estadio José María Morelos.
Durante la misa que ofreció ante sacerdotes y religiosos, Francisco pidió a la michoacanos no caer en la tentación de resignarse ante la violencia. Desde que fungía como obispo de Buenos Aires y luego como Cardenal, Bergoglio no se ha ahorrado en sus discursos duras críticas contra el sistema económico, la corrupción y la injusticia social.