Gobierno independiente, sin referentes ciudadanos
Morelia, Michoacán. Con apenas cuatro meses de haber renunciado a la militancia del Partido Acción Nacional (PAN), bajo la bandera de las candidaturas independientes, Alfonso Martínez Alcázar, exdiputado local y perdedor bajo las siglas partidistas a la candidatura por la alcaldía de Morelia, ganó la presidencia municipal en junio de 2015.
Con un discurso dirigido en exceso a los ciudadanos, a quienes aspiraba a coinvertir en sus aliados como candidato y gobernante, la ruta de Martínez Alcázar no ha estado exenta de contradicciones y abandono de proyectos ante el cuestionamiento justamente de la sociedad, como en el tema de las fotomultas, donde tras un accidentado proceso prevaleció la desinformación hacia los propios integrantes de Cabildo, el proyecto fracasó por la falta de consenso.
El Parque Lineal, la peatonalización del Centro Histórico, el severo deterioro de las vialidades y un escaso redireccionar de programas hacia el área rural y las tenencias del municipio, con una creciente inseguridad pública, el avance de las desigualdades en materia de empleo y oportunidades, los intentos de privatizar el alumbrado público y el aseo público, el lema de Morelia, gobierno de todos, enfrenta cuestionamientos al cumplirse el segundo año de Gobierno del expanista.
Nieto de Alfonso Martínez Serrano, quien gobernó el municipio y considerado el impulsor de varias obras de beneficio social, estudió el bachillerato en una escuela propiedad de su familia Instituto ICA, y se graduó en el Tecnológico de Morelia como Ingeniero Industrial, con una maestría lograda en el otrora Centro de Investigación y Desarrollo del Estado (CIDEM).
Militante en las filas panista desde la década de los años 90 en el siglo pasado, Martínez Alcázar fue consejero estatal y secretario de finanzas del PAN en Morelia. En 2011 fue su primera búsqueda de la candidatura del PAN a la alcaldía, pero perdió en la contienda interna al ser superado por Marko Cortés Mendoza, quien a su vez perdió en la contienda constitucional contra Wilfrido Lázaro Medina. En 2015, el actual alcalde ganó con 63 mil 400 votos, siendo uno de los primeros seis candidatos independientes que contendieron en el país en ese año.
¿Y los ciudadanos?
Desde su campaña, Martínez intentó congraciarse con una ciudadanía que veía en 2015 la debacle de los partidos, ante temas como corrupción y el avance de la inseguridad pública y que ya desde entonces ubican a Morelia como uno de los municipios con mayores índices de criminalidad en el país.
Planteó que seleccionaría a los ciudadanos que quisieran postularse a los cargos en su administración, lo que finalmente no cumplió y optó por designar perfiles empresariales, como Jorge Luis Tinoco, Fabio Sistos, Fernando Rodríguez, Marisa Garrido y Katia Ortiz, entre otros; el exfutbolista Félix Madrigal, fue el único de los perfiles que más podrían considerarse ligados a lo ciudadano, a lo social.
“El que va a haber mucha participación ciudadana, me van a ayudar a tomar decisiones mediante consultas, vamos a generar instrumentos para tomar esas decisiones si no hay reglas muy claras y entendibles, si alguien está a favor de algo, tiene que ser claro para que no haya inconformidad cuando no hay despensas de por medio, cuando no hay billetes, la gente queda conforme con el resultado”, declaró al portal La Silla Rota a pocos días de ser declarado ganador en la contienda de aquel 2015, al definir lo que dijo serían las características de su gobierno.
Proyectos empresariales
A principios del 2017, Alfonso Martínez anunció su decisión de cerrar las calles del primer cuadro de Morelia a la peatonalización. Sin consenso alguno de los propios regidores, que en su momento como en el de las fotomultas y el Parque Lineal, lo acusaron de manejo discrecional de la información respectiva, el proyecto hoy es festinado como uno de los logros más importantes de su gobierno.
Para investigadores como el historiador Ramón Sánchez Reyna, el proyecto no tiene otra finalidad que favorecer a los empresarios con negociaciones ubicadas en el Centro Histórico. Cuestiona que la erogación millonaria en el proyecto, haya dejado de lado arreglar la red de agua potable y alcantarillado en la zona, al igual que no enfocarse al rescate y conservación del patrimonio monumental de Morelia.
La también historiadora Esperanza Ramírez Romero, presidenta del patronato Morelia Patrimonio de la Humanidad, señala como error de la administración municipal no oír a los expertos y alejarse de los ciudadanos. En reuniones en la alcaldía para intentar un reglamento acorde a la situación histórica de la antigua Valladolid, acusa, ella y su equipo optaron por no asistir dada la indiferencia con que eran tomados sus comentarios.
Comerciantes establecidos son otro frente en contra del proyecto de peatonalizar las calles. Tan sólo los ubicados en el mercado de dulces Valentín Gómez Farías, señalan que la medida dispersará al turismo, al no prever estacionamientos acordes para propiciar su visita.
Parque Lineal
En el caso del Parque Lineal, se anunció en junio del 2017 el arranque de la obra que pretende corra por los márgenes del Río Chiquito, con tres cruces de la Avenida Solidaridad hacia calles circundantes, con un presupuesto de 60 millones de pesos.
De acuerdo a los cálculos de inversión se aplicarían 67 mil pesos por metro cuadrado, lo cual para algunos expertos es un costo excesivo que a lo más debería aplicar 10 mil pesos por tal extensión.
Tanto los regidores Benjamín Farfán (PAN) como Osvaldo Ruiz (Morena), cuestionaron que en la obra el mismo Cabildo no ha tenido la suficiente información, mientras la obra ha quedado suspendida y fuera de los tiempos previstos para su culminación, donde la información oficial remite a que el 50 por ciento del costo es inversión federal, 17 por ciento del estado y 33 por ciento del Ayuntamiento y que incluyen los andadores y la construcción de tres puentes para los cruces en el boulevard Sansón Flores, la Calzada Ventura Puente y la calle Rafael Sánchez Tapia.
Inseguridad pública
El argumento de que se trata de un problema “de percepción” ciudadana ante los presuntos esfuerzos del Ayuntamiento por superar los índices de inseguridad en el municipio, no ha podido rebasar sin embargo aquellos que aportan instancias como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), quien en su estudio sobre percepción ciudadana dado a conocer en enero de este año, señalaba una caída de 0.9 en el último trimestre del 2016, donde de 75.7 por ciento en septiembre, pasó a 76.6 a diciembre del mismo año.
En este año, la capital estatal mostró un repunte de 2.2 puntos porcentuales en la percepción de inseguridad pública, hasta el segundo trimestre de 2017 respecto del mismo periodo del 2016, según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Ensu), del Inegi.
En este reporte se indica que 77.5 por ciento de la población mayor de 18 años considera que la ciudad es un sitio inseguro, al igual que ubicó a la capital michoacana 2.6 puntos porcentuales por arriba de la media nacional en el indicador.
Morelia se colocó como el segundo lugar en crecimiento de la percepción de inseguridad pública entre sus residentes, seguido de Uruapan, donde aumentó 2.4 puntos, mientras que Lázaro Cárdenas logró una reducción de 1.2 puntos porcentuales.
El tema confrontó este año al alcalde con el mismo gobierno estatal, al negarse el primero a firmar el Mando Unificado Policial para coordinarse directamente con instancias federales y de la entidad, justo cuando los índices de violencia alcanzaron su punto más alto en febrero y marzo de 2017, donde la política municipal al respecto fue objeto de críticas también por parte de los diputados de la LXXIII Legislatura del Congreso del Estado.