El lucrativo negocio de licencias de bares en Morelia

En el último año, el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, ha autorizado más de 100 licencias tipo C para la venta de bebidas alcohólicas en la ciudad. Esta medida ha generado preocupación entre los ciudadanos debido al impacto en la seguridad y la alta incidencia de alcoholismo que prevalece en la región. Sin embargo, para Martínez Alcázar, la expedición de estas licencias se ha convertido en un negocio rentable.

Esta semana, se aprobaron 15 licencias tipo C en la zona urbana, y en meses anteriores se han aprobado paquetes aún más grandes, como las 47 licencias otorgadas en octubre pasado. Este incremento constante en el número de licencias contribuye a un círculo vicioso de negocios que se cierra con la instalación de alcoholímetros en distintos puntos de la ciudad. Desde hace tres años, estos dispositivos se han implementado, pero han sido objeto de críticas debido a los abusos en los cobros de grúa, corralón y otros actos en perjuicio de los ciudadanos.

La política de uso de suelo en el centro histórico de Morelia durante la última década, de la cual Martínez Alcázar ha administrado seis años, ha transformado el primer cuadro de la ciudad. Actualmente, hay más bares y antros por cuadra que museos y espacios turísticos, reflejando un cambio significativo en la dinámica urbana.

Se estima que en Morelia ya existen más de 6,000 bares y antros, además de otros 6,000 establecimientos que también venden bebidas alcohólicas. Esta proliferación de negocios dedicados al alcohol plantea serias dudas sobre las prioridades del gobierno local y el futuro de la seguridad y la salud pública en la ciudad.