Dan 77 años de prisión a dos expolicías que trabajaban para el CJNG
Un juez federal sentenció a 77 años de prisión a dos ex policías municipales que trabajaban para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y que se encargaban de vigilar el movimiento de militares y policías, además de cometer secuestros y traficar drogas en los estados de Michoacán y Jalisco. De acuerdo con la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), los ex policías Pedro Sánchez Gama, El Costeño, y Ruperto Ríos Rodríguez o Díaz Rodríguez, El Firmes, operaban en el municipio jalisciense de La Barca, donde fueron encontradas fosas clandestinas hace más de ocho años.
El Ministerio Público de la Federación los acusó por los delitos de delincuencia organizada (contra la salud y secuestro), privación ilegal de la libertad (modalidad de secuestro) y robo calificado de vehículo. Ambas personas fueron aprehendidas en enero de 2014, y fueron ingresados al penal federal de El Rincón, en Tepic, Nayarit. Actualmente, se encuentran en el Centro Federal de Readaptación Social número 7 “CPS-Michoacán”.
El juez consideró que la FGR aportó las pruebas que demuestran que los ex policías son responsables de los delitos que se les imputa, motivo por el cual los condenó a 77 años seis meses de prisión y al pago de 658 mil 300 pesos de multa, así como la inhabilitación para desempeñar cualquier cargo, empleo o comisión público.
En noviembre de 2013, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) inició una investigación por la desaparición de los agentes de la Policía Federal Ministerial, René Rojas Márquez y Gabriel Quijados Santiago, en Buenavista, Michoacán, indagatoria que los condujo al municipio de La Barca, Jalisco, donde hallaron fosas clandestinas.
La PGR localizó más de 67 cadáveres en 35 fosas clandestinas. Entre las víctimas había dos elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que realizaban labores de inteligencia en Jalisco y Michoacán. Asimismo, tres cuerpos más pertenecían a personas originarias de Sonora. La mayor parte de las víctimas eran integrantes del grupo criminal Los Caballeros Templarios.
El Ministerio Público Federal descubrió que los crímenes fueron cometidos por el Cártel Jalisco Nueva Generación y que policías municipales de Buenavista participaban en el levantamiento de personas que eran entregadas a la organización criminal que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho. Sin embargo, la PGR no localizó los restos de sus agentes, que hasta el día de hoy se presume que fueron asesinados por el cártel.