Ayuntamiento revoca licencia nunca entregada a espacio comercial y cultural

La presión de un ciudadano con el aval del Ayuntamiento, generó el cierre de un espacio comercial y cultural en la ciudad que sustentaban 13 empresarios y generaban 150 empleos, al revocar una licencia de funcionamiento que además nunca le fue entregada pese a haber cubierto todos los trámites y el pago de la misma.

La experiencia que vivieron los socios del Foodtruck Park Distrito hasta octubre pasado, que se ubicaba en un lote baldío, bardeado, sobre la avenida Acueducto, habla de acuerdo con Jesús Barragán Salgado, vocero del grupo de afectados, de una política del Ayuntamiento contradictoria respecto a que se aliente la inversión local, ya que con lo vivido, “tratan a patadas” iniciativas que pretenden además constituirse en una opción cultural.

En una postura que además difunden de manera pública en las redes sociales, llaman a no apoyar al actual alcalde y candidato a reelegirse en el cargo, Alfonso Martínez Alcázar, al considerar que “usted definitivamente no está calificado para gobernarnos. Sus pretensiones políticas no alcanzan el grado mínimo de excelencia requerida. Ahí queda otro monumento de su administración: un lote vacío que representa la imposibilidad de emprender proyectos productivos en Morelia”.

Entrevistado vía telefónica, Barragán señala que el proyecto inició en diciembre del 2016 y se cerró en octubre del año anterior, debido a las presiones de un particular, a quien identifica como Eduardo Rubio, quien emprendió una campaña en contra del establecimiento por ser presuntamente ruidoso y escandaloso para los vecinos y el entorno, y quien colocó una manta donde públicamente pedía fuera clausurado.

A ello, indica el vocero, se suma las presiones del mismo Ayuntamiento, como el haber multado en dos ocasiones al establecimiento por falta de licencia, cuando la misma autoridad municipal no se la entregó pese al haber cubierto los trámites legales y hecho el pago correspondiente de la misma. En la última sesión de Cabildo del 2017, señala Barragán, y como parte de una secuela de actitudes “incongruentes”, se revocó la licencia de funcionamiento al espacio comercial, donde el aspecto cultural era parte de las actividades y entre las que destaca la presentación del grupo Paté de Fuá y haber sostenido un ciclo de cuentacuentos dirigido al público infantil.

La causa específica de la revocación, admite el empresario, la desconocen los socios que alimentaron un proyecto que cumplió con toda la documentación exigida en cuanto a venta de comida y cerveza, realizaron inversiones en cuanto a habilitar el espacio y adecuarlo, incluido un aforo para los eventos culturales, y además se intentó una alternativa de empleo para 150 familias.

Del particular, señala que es conocido que su intención es presionar a la propietaria del lote para que se lo venda, situación que de acuerdo con Barragán ya ha sido rechazada por la dueña, al igual que afirma que con la actitud del Ayuntamiento, de revocarles la licencia, es presumible una posible colusión de intereses, además de que con la colocación de la manta violó el reglamento sobre conservación de monumentos.

Cuestionado respecto a si impugnarán la decisión del gobierno moreliano, Barragán afirma que más que nada les queda el desencanto de ver que los proyectos productivos “son pateados” al depender de una institución que, además, no les va a regresar lo invertido, además de que en el aspecto cultural, ya se tenía “una opción muy clara para muchos promotores, cuando lo que hacen falta son este tipo de proyectos”.

Barragán considera que hay motivos más que suficientes para no creer en Martínez Alcázar como una opción para reelegirse en el cargo. No se merece “ni un segundo” la confianza de los ciudadanos, señala.

“No le damos las gracias”

En la carta que circulan en las redes y que dirigen al alcalde, “presidente de algunos morelianos”, le indican que entre las obras “que hablan por usted” se encuentran “paseos renovados (en pequeñas extensiones), siguen pestilentes, sus aceras sin rampas (Casamata y Ventura Puente), su uso discrecional de la acera en su hotel de la avenida Madero”, además del haberles revocado la licencia.

El documento lo apoyan “empleados despedidos, empresarios, emprendedores, niños, jóvenes y adultos que encontramos en Distrito un espacio de seguridad y convivencia familiar”, que cierran con: “Nosotros no le damos las gracias”.