Ayuntamiento de Morelia, reprobado en transparencia


Rodrigo Caballero/ @RodCaballero

Morelia, Michoacán. El Ayuntamiento de Morelia está reprobado en rendición de cuentas, esto de acuerdo con el Índice de Información Presupuestal Municipal (IIPM) del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO).

A decir de dicho estudio, el Ayuntamiento de Morelia obtuvo una calificación de 31.25 sobre 100, quedando incluso por debajo de la media nacional que es de 33 por ciento.

Los criterios tomados en cuenta por el IMCO incluyen la información disponible en las páginas web de los ayuntamientos, así como el fácil acceso que tiene la ciudadanía a dichos documentos a fin de conocer cómo, cuánto y en qué gastan sus representantes municipales.

El estudio señala que el portal del municipio no tiene un formato específico que explique el presupuesto a los ciudadanos a fin de que sea comprensible a todo el público; además de que el dinero que recibe no está disponible en el sitio web del Periódico Oficial del Estado de Michoacán.

Pero éstas no son las únicas fallas de la rendición de cuentas, además destaca la opacidad de los salarios, prestaciones, plazas, subsidios, fideicomisos y gastos de comunicación social que no se hacen públicos a pesar de que deberían ser transparentados de oficio según la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Michoacán de Ocampo.

Sueldos y prestaciones fantasmas

El Ayuntamiento sacó cero en la calificación de tabuladores y plazas, debido a que se desconocen los pagos de pensiones, las prestaciones sindicales, el número de plazas de empleados municipales –tanto de confianza como basificados- y las plazas de los miembros de la policía; así como sus mandos medios y superiores.

Esto quiere decir que el gobierno municipal no transparenta ni los montos que se destinan a cubrir estos rubros ni mucho menos hay un desglosado de en qué y cómo es que el dinero para salarios se distribuye.

El problema más grande es que toda esa información debe ser pública y estar disponible a cualquier persona que la busque en la página web del Ayuntamiento de Morelia, esto de acuerdo al Artículo 10 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Michoacán.

Dicho artículo menciona que, además debe ser actualizada constantemente, no puede haber restricciones de ningún tipo para poder revisarla. Inclusive, es necesario que sea entendible para cualquier persona, otro aspecto en el que el Ayuntamiento de Morelia está reprobado.

Órgano de transparencia el más opaco de todos

Paradójicamente, el Centro Municipal de Información Pública (Cemunip) es el más opaco de todos los organismos municipales que existen. De acuerdo con el Instituto para la Competitividad, el Ayuntamiento no tiene registro de cuánto presupuesto se le ha asignado desde 2009.

El Cemunip no es transparente ni en su número de empleados, ni los montos que les paga y ni siquiera tiene un portal independiente al de la página del Ayuntamiento de Morelia, esto para conocer su funcionamiento, objetivos y representantes.

En sesión de Cabildo el pasado 30 de noviembre, el pleno aprobó un fortalecimiento de dicha institución “en aras de mejorar la transparencia del municipio” y ahí se dijo que –descontando el pago de nómina- el Cemunip cuenta con 50 mil pesos al año para la operatividad de sus programas.

Ese dinero es la única pista que se tiene de cuánto gasta el centro de información pública al año pero se desconoce en qué se utiliza el presupuesto.

Es decir, para conocer el desglose de los egresos se tiene que enviar una solicitud de transparencia al propio órgano encargado de la transparencia municipal. De otra forma, esta información que debería estar siempre disponible queda por debajo del agua.

Desobligaciones financieras

Por si fuera poco, las obligaciones financieras también quedan en la oscuridad. El Ayuntamiento de Morelia no transparentó cuánto le cuestan los servicios bancarios y el manejo de las cuentas que tienen.
No existe acceso a la deuda bancaria, créditos adquiridos, adeudos fiscales, adeudos por intereses bancarios y tampoco se conocen las tasas de interés, los plazos, los topes y las garantías de la Deuda Pública.

Hablando de la Deuda Pública tampoco hay acceso al desglose de la misma; es decir, en qué se ha gastado y a qué bancos se les debe dinero. Lo único que evita otro cero de calificación es que sí se sabe el monto de la deuda total que era de 340 millones de pesos hasta 2010.

Es posible que toda esa información sea dada a conocer si se ingresan las solicitudes pertinentes, pero también debería estar ahí sin que nadie la solicite según la Ley de Transparencia del Estado de Michoacán.

Otros

En el tema de los Rubros Específicos es más fácil decir cuáles si son transparentes ya que solamente 2 de los 12 criterios que califica el IMCO son públicos y pueden ser consultados a través de Internet.

Los fideicomisos, las transferencias, los compromisos, los contratos y sus respectivos desgloses están en la oscuridad total. Lo mismo que los gastos que realiza el Ayuntamiento en Comunicación Social.

No sólo dinero

Pero quizás lo más grave –incluso que el dinero desaparecido- es que el Ayuntamiento de Morelia no transparenta la mayoría de los criterios que toma en cuenta a la hora de asignar su presupuesto.

Por ejemplo, si realiza un fideicomiso o reasigna el gasto público o aprueba un subsidio o aumenta el salario de sus servidores, los morelianos no tienen idea de en qué se basa para hacerlo.

De esta forma, las decisiones son ejecutivas y no pueden someterse al escrutinio público ya que, por ejemplo, un ciudadano desconoce los topes de presupuesto para una licitación pública.

Una obra podría sobrepasar el monto límite que tiene de acuerdo a la ley y no se daría a conocer puesto que no se transparentan los criterios que utiliza el gobierno municipal al momento de asignarle dinero público.

Transparentar es populismo

En entrevista, el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar aseguró que el hecho de decir cuánto gana ante los medios de comunicación o prometer que se bajará el sueldo es “populismo”.

Martínez Alcázar asegura que estos actos no son socialmente responsables puesto que no tienen un impacto real en la redistribución del gasto público y son solamente mediáticos.

Pero la pregunta queda en el aire, si admitir lo que gana es “populismo” qué otra cosa -que debería por ley ser transparente- le parece populista. A juzgar por el Índice de Información Presupuestal Municipal, casi todo.