Alfonso Martínez Alcázar desinteresado en el tratamiento de aguas residuales

A pesar de la crisis hídrica que atraviesa el estado de Michoacán, la administración de Alfonso Martínez Alcázar en Morelia “no le quiere entrar” a las obras de tratamiento, mitigación y ahorro de agua potable.

Desde la Comisión Estatal del Agua (CEAGC) se le han hecho llegar propuestas para mejorar el suministro y aprovechamiento de agua. A pesar de la urgencia, la respuesta del alcalde ha sido el silencio.

Los informes oficiales de la CONAGUA y la CEACG revelan que actualmente Morelia trata solo el 30 por ciento del agua que consume. El resto termina contaminando el Río Grande y Chiquito y desembocan en la zona del Valle de Queréndaro.

Aunado al incumplimiento de tratamiento de aguas residuales, el poco volumen que si se trata termina completamente desperdiciado.

El largo y costoso proceso de saneamiento de agua que se gesta en la planta de tratamiento de Atapaneo que alcanza los 1 mil 200 litros por segundo “termina en la basura”; el volumen de agua tratado se reincorpora metros más adelante en el mismo Río Grande altamente contaminado.

Roberto Arias, titular de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas señaló que desde hace más de un año se ha propuesto al ayuntamiento de Morelia el aprovechar esa agua para riego y liberar más de 20 pozos profundos del estrés de la extracción.

“Simplemente no le quieren entrar. Es agua que se podría aprovechar en lugar de desperdiciarla regresándola al Río”, concluyó.

Al desinterés en el tratamiento de agua se suma el bajo rendimiento de los sistemas de distribución hidráulica. Se estima que hasta el 60 por ciento del agua que se bombea a través de las tuberías hacia los hogares termina desperdiciada en fugas y fallas de la tubería.

A pesar de los recientes incrementos a la tarifa del agua potable, al ayuntamiento de Alfonso Martínez Alcázar no le alcanzó para renovar la red hidráulica de Morelia.