Abusa Policía de Morelia en detención de tres vendedores informales

Morelia, Michoacán. Con un abuso de la fuerza evidente a ojos de todos, elementos de la Policía Morelia detuvieron este miércoles, golpes mediante, a tres comerciantes ambulantes, para trasladarlos posteriormente a los separos policiacos por presunta alteración al Reglamento sobre comercio en la vía pública.

Eran las 13:00 horas cuando varios inspectores se movían sobre la calle Vasco de Quiroga, a dos cuadras de la Plaza Valladolid, cuando detectaron a la primera de sus víctimas, un vendedor de aguas frescas que trasladaba sus vitroleros en un carrito.

Tras él se fueron, acompañados por alrededor de 10 elementos de la Policía Morelia, ante los que el vendedor planteó la petición para que le permitieran retirarse del lugar, sin afectar su mercancía, a lo cual no accedieron ni los inspectores ni los elementos.

Ante la negativa e iniciar una discusión sobre su derecho al trabajo, el vendedor se alteró y a gritos, con algunos insultos, intentó que no levantaran su mercancía, pero en el forcejeo, acudieron otros dos vendedores, lo que suscitó un inusitado despliegue de elementos de apoyo, más de 30, quienes intentaron someter a los vendedores bajo los gritos de protesta de comerciantes y transeúntes en contra de los uniformados.

“¿Así protegen a los que trabajan?”, “¡Así deberían agarrar a los ladrones!”, “¡Abusivos, lárguense de aquí!”, eran los reclamos de comerciantes del área y de ciudadanos que observaban el jaloneo, mientras en el forcejeo y la resistencia de los vendedores la tensión se ubicaba en la esquina de Antonio Alzate y Vasco de Quiroga, donde finalmente fueron sometidos y esposados para ser subidos en las patrullas.

Sobre las banquetas quedaron volcados los vitroleros, unas cubetas con fruta y cacahuates.

Los inspectores y un grupo ya más numerosos de policías, continúo su recorrido mientras la gente a silbidos les mentaba la madre.

De acuerdo con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, en el 2017 se presentaron siete quejas de comerciantes informales en contra de la Dirección de Reglamentos, por el uso desmedido de la fuerza policiaca que se usa en los operativos y en donde muchas de las ocasiones no media aviso alguno a los afectados, quienes tienen que soportar además de la detención el decomiso de la mercancía.