Un 85% de arcos del Acueducto requiere mantenimiento

Morelia, Michoacán. Pese a que autoridades municipales reconocen que desde hace más de dos décadas el Acueducto de Morelia requiere de un mantenimiento integral, son cuestiones presupuestarias las que han impedido acometer el mismo, de acuerdo con Gaspar Hernández Rizo, gerente del Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Morelia, quien reconoce que un 85 por ciento de sus arcos lo requieren.

La última restauración y conservación del Acueducto, fue realizada en 1996 y no bajo la iniciativa del gobierno municipal, cabe señalar, sino de un grupo de más de 100 ciudadanos que atendió a la convocatoria del Patronato Morelia Patrimonio de la Humanidad A. C., bajo el lema de “Adopte un arco”.

El funcionario recordó que hay un punto de acuerdo desde el 2017, en el sentido de rehabilitar el monumento, para lo cual la dependencia a su cargo evaluó los 253 arcos que lo integran “en juntas, daño a la piedra” y estado de la impermeabilización, donde “urge”, dijo, reponer material erosionado, además de combatir flora y microflora.

Tras calificarlo como un monumento “fuerte”, Hernández aceptó que se requiere de mantenimiento en un 85 por ciento de la arcada del Acueducto, “se requiere cambiar luminarias, rejillas, losetas, varias cosas”, consideraciones que asegura fueron entregadas en su momento al Cabildo, “el que se encargará de buscar el recurso o asignarlo a alguna dependencia. Nada más dependemos del recurso”.

En esos 20 años sin mantenimiento, dijo, “por más que busqué en Archivo Histórico, en Obras Públicas, aquí en la misma dependencia, un proyecto del Acueducto, y no lo encontré”.

Iniciativa ciudadana, la última restauración

En 1994, el Patronato Morelia Patrimonio de la Humanidad que preside la historiadora Esperanza Ramírez Romero, inició la campaña “Adopte un arco” para emprender el mantenimiento del Acueducto, que en 1996 se concretó con la participación de más de 100 ciudadanos y una inversión de un millón 150 mil pesos, de los que 950 mil pesos fueron aportados por éstos.

Para la historiadora, además de que se carece de una reglamentación municipal específica para el mantenimiento y prevención del monumento, cada cinco años se debe dar mantenimiento al Acueducto, y al menos cada año, “barrer todo el canal antes de las lluvias”, aunque “no hemos logrado que el gobierno municipal barra una vez al año, lo que evitaría lo que ahora necesita, otra restauración”, de acuerdo a una entrevista publicada en Michoacan3.0 en 2017.

Además de que no se ha cumplido con el mantenimiento periódico, el monumento está expuesto a las pintas en su estructura, fenómeno que de acuerdo con Hernández Razo se ha contenido al 100 por ciento, además del robo a la placa de una regular dimensión que honraba la aportación ciudadana en 1996 para conservarlo, con el nombre de cada uno de los contribuyentes.