Calderón habría encubierto la violación y asesinato de una mujer indígena

Ciudad de México.- Pinome Xoxome” (los vestidos de verde) fueron las últimas dos palabras en náhuatl, que Ernestina Ascencio Rosario, pronunció antes de perder el conocimiento y para referirse a los soldados del Ejército, como se les llama en la sierra de Zongolica, un recóndito lugar, ubicado en la zona centro del estado de Veracruz.

La desgarradora historia de esta mujer indígena se suscitó la noche del 25 de febrero de 2007, cuando su familia la halló gravemente lesionada a 300 metros de un campamento que colocaron los “Pinome Xoxome” una noche anterior para supuestamente realizar operativos de vigilancia.

La noche del 24 de febrero de ese año, los militares instalaron un campamento en la comunidad de Tetlatzinga del municipio de Soledad Atzompa. Aún no iniciaba el programa “México Seguro”, pero los militares ya patrullaban las zonas indígenas de esa entidad. Eran acusados de cometer abusos contra mujeres y niñas en la Huasteca.

La originaria de Tetlatzingo, municipio de Soledad Atzompa, Veracruz, fue trasladada de urgencia en medio de la sierra de Zongolica y por “múltiples desgarros”. Pasaron al menos seis horas para poder llegar al Hospital Regional de Río Blanco, y pese al esfuerzo, la mujer de 73 años falleció en la madrugada del 26 de febrero.

Uno de los testimonios plasmados en el expediente que entregó la Procuraduría del Estado y que incluye declaraciones de los primeros testigos con datos protegidos reveló:

“La anciana estaba tirada de su lado derecho, tenía sus manos juntas metidas en sus piernas, su ropa levantada, sus huaraches de color negro estaban tirados como a metro y medio”.

La declaración dice: “Que cuando la levantó le dieron agua y que empezó a decir que la habían asustado los soldados, que la amarraron y se le pusieron encima, que llevaban en el pecho unos clavos, que cree que eran cartuchos, que no dijo cuántos eran porque la señora ya esta grande y que le quebraron la cintura”.